jueves, 29 de abril de 2010

Dos semanas de prácticas

Después de dos semanas en el cole tengo muchas cosas que contar. Primero las curiosidades. Ayer tuvimos 'el simulacro'. Llevábamos esperando este momento una semana y por fin llegó. Me encontraba en la sala de profesores cuando empezó a sonar un ruido fortísimo y tan agudo que todos botamos en la sillas. A continuación, me entró la risa. Nadie sabía lo que tenía que hacer. Hasta que descubrimos que se trataba de una alarma de bomba pasaron treinta segundos. En este caso hay que abrir todas las ventanas, otros treinta segundos. Después empezamos a andar hacia la salida, sin rumbo y preguntando a quien nos encontrábamos qué teníamos que hacer. Salimos a la calle sin dirección. Los alumnos todavía no habían empezado a bajar de las clases. Pudimos tardar, más o menos, cinco minutos. La verdad es que lo podríamos haber hecho mejor.

Los alumnos encantados porque nos estábamos perdiendo clase. Pedían a gritos que la semana que viene practicáramos la alarma de incendios, que requiere otro procedimiento. En fin, en el colegio todos los días pasa algo.

viernes, 16 de abril de 2010

Llegó el viernes

Hoy es viernes. Mi primer viernes como profesora. Ya puedo decir que esta profesión es agotadora. Estoy sintiendo lo que sienten los profesores. Ahora entiendo muchas cosas de los viernes. Cuando era alumna los viernes eran días especiales. Se notaba en el ambiente. En la Universidad no se aprecia tanto pero en el colegio eran mágicos. Las profesoras deseaban el viernes más que nosotras, normal, y hacían todo lo posible para que no lo notáramos. No obstante, las poníamos a prueba constantemente. En fin, qué distintas veo las cosas ahora que soy profesora.

En esta mañana de viernes, he tenido la oportunidad de impartir dos clases. 2º de ESO A y B. Genial. La verdad es que he terminado muy contenta. En el A han hablado sin parar, pero no me importa. Es normal. Lo que más me ha entristecido fue la contestación a la siguiente pregunta: "¿Os ha parecido la clase muy aburrida?" Contestación: "Es que no nos interesa para nada lo que nos cuentes. La historia y el arte nos aburren muchísimo". Esto es la adolescencia. No solo es desinterés, sino que el problema está en que aunque les haya encantado no lo van a reconocer. ¿Cómo sabemos cuándo dicen realmente lo que piensan? No lo sé. Me lo apunto para pensarlo y observarlo.

Cuando fui a 2º B el asunto cambió. Tuve media hora de recreo entre clase y clase para reflexionar sobre lo que me dijeron los alumnos y ver qué método podía emplear ahora. Mi sorpresa fue que esta clase era completamente diferente a la anterior. Los alumnos me esperaban sentados, callados y con el libro en la mesa. No hablaron entre ellos en ningún momento. Había voluntarios para leer en alto. Se emocionaron con lo que les enseñé. Y más me emocioné yo cuando vi que me correspondían. Experimenté lo gratificante que es enseñar.

Gracias 2º B, porque habéis hecho que disfrutara muchísimo con vosotros.

Hasta la semana que viene.

Cuarto día como profesora

La II Guerra Mundial nos esperaba impaciente en 1º de Bachillerato. Treinta alumnos sentados en sus pupitres a las 8:30 de la mañana tienen mucho mérito. Es cierto que su obligación es ir a clase y atender, son estudiantes. Aún así, les admiro. No sé si por la proximidad en edad o porque sigo siendo estudiante, me parece que tienen mucho valor.


Hoy estos chicos me han dado una lección de obediencia y disciplina. En un momento dado, sonó un teléfono móvil. La dueña, ni corta ni perezosa, con toda la dignidad del mundo abrió la mochila, lo apagó, se levantó y se lo dio al profesor. No hubo riñas, ni discusiones y la clase prácticamente ni se interrumpió. Impresionante. Cuando se lo comenté al profesor me dijo: "Yo soy muy claro con ellos. Las normas son así, las conocen y saben que tienen que cumplirlas". Tan sencillo como esto.


Mi enhorabuena a este centro educativo, porque semejante muestra de buen comportamiento no se encuentra fácilmente.

Miércoles

Me espera un día emocionante, 2º de Bachillerato. Clase de Historia y Geografía. Cuando me senté en el pupitre con ellos me miraban extrañados y curiosos. Se preguntaban unos a otros quién era yo creyendo que no les estaba escuchando o que no me estaba dando cuenta. Claramente los profesores se enteran de todo. En ese momento me di cuenta de que cuando era alumna y creía que los profesores no me escuchaban y podía tomarles el pelo, era mentira. En realidad lo ven y lo escuchan todo pero disimulan. Son unos actores buenísimos. Sin embargo, ¿por qué lo harán?Empiezo a encontrar los motivos; no obstante, seguiré buscando más esta semana. Es muy importante que vaya conociendo las estrategias como profesora, las tácticas infalibles para captar la atención de los alumnos.


Quiero aprender a enseñar, tengo que tener los ojos bien abiertos.

Segundo día de prácticas

Vayamos a los asuntos más prácticos. Ayer me tocó ver las instalaciones del colegio, hoy configuramos el horario, estudiamos las labores que tengo que realizar, y tiempo de dudas y reflexión. Pero mi pasividad terminó pronto. En 2º de ESO B tenían clase de Sociales y allí que fui yo.


La profesora, mi tutora, me presentó a los alumnos que educadamente me saludaron. A continuación, como una más, me senté en el fondo del aula, discreta pero muy observadora. Aunque algo tenía que pasar. A mitad de la clase mi garganta se empezó a irritar, la típica tos tonta vino a mí. Las alumnas me miraban y la profesora prefirió no hacerme caso, lo agradecí. Me sentí como una niña pequeña, me estaba ‘portando’ peor que ellas. La alumna que tenía delante de mi se giró preocupada intentando ayudarme. “¿Estás bien?” preguntó. Un detalle que me llamó la atención y que fue muestra de la educación de estos chicos.


El tema de hoy, “La Arquitectura Renacentista”: emocionante, precioso y muy interesante. Los alumnos prestaban mucha atención, me sorprendió poderosamente lo atentos que estaban y lo participativos que eran. Pensé, "así cualquiera da clase". Qué ingenua soy.


La verdad es que esta profesión a veces puede resultar un poco dura, ahora bien, es la más agradecida de todas. Si un profesor es capaz de conquistar a sus alumnos, estos responden de inmediato porque les sale natural, porque están deseosos de que alguien les preste atención. Es maravilloso ver cómo los alumnos aprenden, como adquieren conocimientos, ideas que eres tú, profesor, quien se las enseña.


Es una profesión con mucha responsabilidad. Tratamos con personas y formamos su espíritu. No se puede obviar nada. Pero lo iremos descubriendo a lo largo de esta semana.

martes, 13 de abril de 2010

Prácticas como profesora

Hoy ha sido mi primer día de prácticas. A las 8:45 de la mañana salí de casa directa al colegio para aprender a enseñar. Me esperan dos meses de intensa actividad que afronto con gran ilusión. Estoy ansiosa de dar una clase, de estar con los alumnos, de ver cómo se mueven.

Al llegar al colegio me recibieron muy bien. Me estaban esperando. El director de secundaria fue el encargado de enseñarme las instalaciones del colegio, de explicarme los horarios y de presentarme a los profesores, a los que ya puedo llamar 'colegas' de profesión. He pasado al otro bando del aula. Ya no soy la que escucha, soy la que habla. Y me enorgullece profundamente poder compartir con los demás lo que sé. Mi tarea aquí es aprender a saber comunicarlo de la mejor manera posible.

Es un colegio pequeño, no hay demasiados alumnos. Es acogedor. Creo que así será más fácil, por lo menos ahora, que es el principio, conocer e implicarme más en las actividades del colegio. Me cuentan que tengo que impartir alguna clase, no me da miedo. Al fin voy a poder poner en práctica todo lo que he aprendido y todo lo que he pensado e imaginado que haría cuando fuese profesora.

Mañana es el segundo día, me intriga lo que pueda pasar. Porque como me decía mi hermano mayor "en el colegio todos los días pasa algo".