lunes, 11 de enero de 2010

Desgaste de las palabras

Por curiosidad me he introducido en el mundo de google y he buscado los resultados de la intimidad compartida. Para mi sorpresa, no todo el mundo entiende lo mismo por intimidad. Por eso no he podido resistirme a escribir lo que pienso sobre el asunto y así aclarar a mis futuros o presentes lectores lo que yo quiero decir con intimidad.

Lo primero que he hecho ha sido ir a la Real Academia Española y buscar la definición de intimidad. Y en su segunda acepción dice lo siguiente: zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia.

Me gustaría resaltar lo de zona espiritual. No dice zona corporal o zona sexual, sino espiritual. Eso significa del espíritu, lo más grande del ser humano. Entiendo con esta definición que la intimidad se tiene que cultivar desde la razón, que es de uso privado, salvo lo que se puede comunicar y que se encuentra, fundamentalmente, en el núcleo familiar. De ahí mi sorpresa cuando vi los resultados de google.

No confundamos intimidad con lo que se realiza en la intimidad y no debe ser compartido. Intimidad es para mi lo más profundo de los pensamientos, del corazón, por eso nos resulta violento compartirlo y comunicarlo. En cambio parece que hoy en día hay cosas que no nos cuesta mostrar. Sobre todo cuando se trata de la intimidad de los demás, eso no nos importa comentarlo y 'compartirlo'.

Cultivemos lo que tenemos y no nos olvidemos de que la intimidad es espiritual.

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